Musas a su servicio S.L.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Estimada Madame del Putiferio:
Una gran amiga mía me ha informado de que su empresa trabaja con el tipo de musas que necesito en este momento. Aunque me ha informado que ha tenido conflictos con usted por el comportamiento de sus musas, no me queda más opción que solicitar sus servicios. Estoy dispuesta a proporcionar alcohol, hombres y cuanto sea necesario a sus indecentes musas a cambio de que hagan su trabajo correctamente y en el tiempo estipulado.
Me veo en la obligación de informarle de que no se tolerarán borracheras, resacas o bacanales fuera del horario estipulado para ello y que la simple sospecha por mi parte de que alguna de ellas pretenda usar a mi chico como juguete personal será motivo de despido inmediato con la correspondiente denuncia penal.
Si está de acuerdo con estas condiciones le ruego informe y prepare a sus chicas para mandarlas cuanto antes, ya que la necesidad aprieta.
Atentamente, una clienta impaciente.

Emma

P.D. Le pediría que a la musa adicta al vodka no la enviara, puesto que en mi casa dicha bebida sienta excesivamente mal, así que nunca la compramos. Somos gente de Ron y otras bebidas dulces, tengalo en cuenta para seleccionar las musas correspondientes.

Para Amaya

martes, 23 de diciembre de 2014

Hace ya un año. Un año sin verte, sin hablar contigo y sin dejar, por ello de quererte. Te fuiste sin avisar, lo dejaste todo y dejaste a las personas que más te querían. No puedo reprochartelo. Estoy segura que de haber podido elegir aún seguirías aquí, pero no puedo evitar, en parte, envidiarte por el hecho de que te libraste de la tristeza que nos dejaste al irte.
Te echo de menos, aunque imagino que no sirve de nada. Recuerdo tus risas, tus bromas, tus sueños y esperanzas y hasta tus malos momentos. Eras para mi hermana, amiga, madre, compañera y una persona increíble.
Dejaste asuntos pendientes, citas a las que ya no acudirás, planes que no llevarás a cabo y promesas que no podrás cumplir.
Te quería en mis cumpleaños, en mi boda, en mis rutas y mis acampadas. Te quería en mis buenos y en mis malos momentos y quería formar parte de los tuyos, pero ya no estarás en ninguno.
Sé que cuidarás de aquellos a los que dejaste aquí a tu manera, que intentarás guiarnos y velar por nosotros, aunque no te veamos, aunque no podamos hacer más que echarte de menos.
Puede que estas líneas den la impresión de que no lo he superado, incluso habrá quien piense que habría sido mejor guardar silencio y no remover el pasado, pero creo que hay cosas que necesitan ser dichas. Como ya no estás aquí para decírtelo esto es lo más que puedo hacer.
Así que sólo te escribo para decirte que te quiero, que te echo de menos y que espero que estas fiestas estés con nosotros a tu manera.
Eres el mejor ángel de la guarda que tu gente podría tener, es una lástima que para serlo hayas tenido que dejarnos.

D.E.P. Hermanita

La mala educación

martes, 16 de diciembre de 2014

Hoy he hablado con un buen amigo y, en medio de una conversación, me ha dicho algo que me ha parecido importante, algo que todos deberíamos tener muy claro.

"La mejor política que puede hacer alguien es expresar sus ideas con sinceridad y proponer soluciones a los problemas que ve. Lo demás son adornos y palabrería."

Centrada en la idea de que es la sentencia más veraz y simple que he tenido el placer de escuchar alguna vez en una conversación sobre política, me he visto en la necesidad de dedicar unos minutos a exponer mis ideas aquí.

Aún a riesgo de pecar de soberbia, me dispongo a exponeros cuál es, desde mi humilde opinión, el problema más vasto, enraizado y ponzoñoso de este país: la mala educación.
Llevamos años viendo como se cambian leyes en todos los campos posibles, se aumentan las sanciones de tráfico, se aumentan las penas para casi todos los delitos, se prohíben cosas que hacía años que no eran un problema, y llevamos esos mismos años viendo como aumenta la pobreza, como siguen siendo cada año más numerosos los casos de violencia doméstica, como sigue muriendo gente en la carretera por el alcohol, las drogas o cualquier distracción absurda y otras mil noticias que se dignan a darnos, con escenas no poco faltas de tacto, cada día, en la hora de la cena o de la comida.
Intentan asustarnos, porque no se le puede llamar de otra manera, con imágenes sádicas y desagradables sobre guerras, anuncios que provocan escalofríos sobre los efectos de las drogas o el alcohol e incluso con programas en los que se entrevista y se cuenta lo que a cada uno más le conviene.
Sorprendentemente (nótese el sarcasmo), el bombardeo de imágenes y noticias no provoca la reacción deseada en la población. Y es que lo que parece que no notan, o no quieren notar, es que el problema no está en la población como grupo, sino en cada persona como individuo. Las imágenes que valen para unos, a otros no les sirven para nada. Si algo me ha enseñado mi profesión es que cada uno de nosotros es un mundo, y no por ser un tópico utilizado en exceso deja de ser una verdad como un templo.
Cualquiera de vosotros puede pensar que lo que aquí escribo es muy fácil, que expongo el problema y cada uno que se las apañe para solucionarlo. Pues no, nunca he sido de poner obstáculos sin enseñar a superarlos, así que aquí va mi solución: educar, en toda la amplitud de su significado, a todo aquel que sea susceptible de aprender.
Está claro que de esta situación no vamos a salir en el 2015, pero aún tenemos tiempo de dejar un legado que merezca la pena. Educar a nuestros hijos, sobrinos, primos, a los niños que mañana serán el futuro, como debe ser educacada una sociedad próspera. Educar en que la libertad de uno acaba donde empieza la del que tenemos al lado, en que el respeto y la empatía son manifestaciones de fortaleza (que no de debilidad), en que regalar una sonrisa es mucho más satisfactorio y fácil que pegar un grito, que "por favor", "gracias" y "lo siento" hacen de cualquier persona alguien respetable.
Esta educación, que muchos padres dejan en manos de maestros y profesionales de la enseñanza, no es algo que deba ser llevada a cabo solo cinco horas al día. Ser padre es un trabajo de 24 horas, 7 días a la semana y durante los años que haga falta (o que se pueda). Los primeros educadores y los más importantes son los padres y, aunque muchos crean lo contrario o tengan difusos los conceptos, LOS MAESTROS NO ESTÁN PARA EDUCAR, ESTÁN PARA ENSEÑAR. La diferencia, aunque puede parecer sutil, es abismal. La personalidad de un niño la da, en gran parte, su educación, no su formación.
Así que, a todos aquellos que se quejan de la sociedad actual, a todos aquellos que critican a los políticos, primero recuerden actuar con cada persona con la que se cruzan cada día como les gustaría que se comportaran con nosotros, porque si no somos dignos de dar ejemplo, nuestras críticas pierden credibilidad. Y nuestras críticas actuales son demasiado valiosas como para que no se les dé importancia por ser nosotros los más susceptibles de ser juzgados.

Fuera de la madriguera

sábado, 13 de diciembre de 2014

He estado delante de esta misma página en blanco un millón de veces en los últimos dos años. Muchos de vosotros habéis intentado convencerme para que volviera a escribir, diciéndome que os gusta como escribo y que os interesan las entradas que publico. A todos os he dado excusas (no más que eso, puesto que no podía daros otra cosa) aunque la cruda realidad es que no me sentía preparada para plasmar en un texto lo que he sentido o vivido en este tiempo. No hace falta decir que, sin querer pararme a profundizar en mí misma para que salieran las palabras, las musas tampoco estaban muy dispuestas a venir de visita.
En estas fechas y teniendo en cuenta lo sentimental que estoy últimamente, solo puedo pedir PERDÓN (sí, con mayúsculas) a todos aquellos que me habéis leído alguna vez, a los que he dejado con ganas de más, a los que habéis insistido en que volviera a retomar este blog y a los que no lo conociais pero habéis querido hacerlo. Perdón por este abandono sin precedentes ni motivos al que os he sometido. No puedo daros razones coherentes porque no las hay, lo único que puedo hacer para intentar compensaros es prometeros que voy a intentar volver a este mundo, mi mundo, que tanto me gusta compartir con vosotros y que completais con vuestros comentarios. Me encantaría que siguierais aquí, leyendo, disfrutando, opinando y apoyándome, aunque entiendo que a muchos, después de todo este tiempo, no os apetezca. A los que seguís aquí, me conozcáis en persona o no, os pido que si vuelvo a esconder la cabeza en la madriguera me deis collejas hasta hacerme salir, porque no quiero volver a dejar esto.
Sé que para muchos es difícil de entender que, siendo una persona "de ciencias", las letras sean mi pasión, pero los que me han leído alguna vez o han hablado conmigo lo saben, y los demás lo iréis descubriendo; los libros son mi vida, no sería lo que soy sin ellos, y me encantaría poder ofrecer con mis palabras una milésima parte de lo que estas me han dado a mi.
Esta vez quiero ser constante, quiero escribir y que me leáis, quiero saber que hago sonreír a alguien, que emociono aunque sea a una persona, y quiero que esa persona sea uno de los lectores de este blog.
A los que seguís aquí o habéis estado alguna vez gracias. A todos los demás...la puerta siempre estará abierta por si queréis entrar.