Atenea

lunes, 2 de marzo de 2015

Hola a todos, amigos lectores. No sé si os acordáis de mi, soy Ulises. Os escribo para contaros los fenómenos extraños que han sucedido estos días a mi alrededor. El jueves pasado estaba tan tranquilo tumbado en la cama, cuando llegaron mis humanos (si, yo les llamo así porque son míos). En cuanto entraron en casa percibí un olor extraño y desagradable, olor a miedo. Me pasé la noche bufando, escondido bajo la cama, no me gustaba nada la situación así que no me atrevía a salir. Emma venia a verme a menudo pero su ropa estaba impregnada de ese olor, así que al principio también le bufaba a ella. Pero como es aún más cabezota que yo ( y mira que eso es difícil) se tumbó en el suelo bajo la cama y hasta que no salí y la dejé acariciarme y calmarme no me dejó tranquilo. 
Cuando me aventuré a salir al salón descubrí que había algo enano moviéndose entre los muebles. Investigué un poco, pero el olor seguïa sin gustarme, así que le bufé un poco al principio a esa bola de pelo apestosa. Pero lo que más me cabreó fue que la bola de pelo enana se paseaba por delante de mis narices, restregándose contra mï, y por más que le bufara le daba igual. Así que empecé a pensar que si me ignoraba, por qué no iba a hacer yo lo mismo. 
Al ver que yo le ignoraba, fue ella la que empezó a buscarme. Poco a poco hemos quedado en tablas, he descubierto que es una chica, aunque aún es pequeña, pero es muy graciosa. Va por ahí cotilleando todo, buscando que la mimen y la manoseen. Sigo siendo el Rey de la casa, o al menos eso me dice Emma cada día, además sigue viniendo a buscarme para darme mimos cuando desaparezco y cuando me tumbo sobre ella me acaricia a mi, aunque la enana venga a intentar quitarme el puesto.
Eso me tranquiliza y ha hecho que la vea como un juguete en vez de como un rival. Además esa pequeña bola de pelo contra mi no tiene nada que hacer, por lo que he decidido que mejor llevarnos bien.
Ahora nos pasamos la noche persiguiéndonos, jugando al escondite, y como aún es tan pequeña que no sabe lavarse bien, la ayudo con las zonas a las que no llega.
En realidad es una pobre ingenua, lleva desde ayer por la tarde jugando con un globo, yo me limito a observarla de lejos para que cuando le explote en la cara (como me pasó a mi) no me pille por sorpresa. 
En definitiva, tengo hermanita nueva (o novia, depende de lo buena que esté cuando crezca) y la verdad es que es divertido. La llaman Atenea, aunque ella aún no sabe que ese es su nombre y les ignora un poco. La verdad es que el nombre le va al pelo, porque el sábado por la tarde se escondió y tardaron dos horas en encontrarla y otra más para sacarla de debajo del bidé. Creo que como estratega no tiene precio, así que si unimos fuerzas puede ser muy positivo...aunque solo para nosotros, claro.
Ya me despido, os dejo unas fotos de la peque para que la conozcáis. 

Mordisquitos cariñosos para todos ^^