Esperanza

martes, 20 de enero de 2015

Hace tiempo escribí esta reflexión sobre la esperanza para los scout. Seguramente cuando me toque entregarla escribiré otra, pero mientras llega ese momento quería publicar esta, para que no quede en saco roto. Aquí os la dejo, espero que os guste tanto o más que la de la Alegría, así que espero que esta también la comentéis. 


Mucha gente me pregunta cómo siendo una persona de ciencias,sobre todo ciencias del salud, ciencias naturales, puedo tener tanta fe en Dios. 
Cuando estudias la naturaleza humana te das cuenta de que todo lo que hace funcionar el cuerpo humano y que sigamos con vida puede fallar en cualquier momento; una hormona que no vaya donde tiene que ir, un impulso nervioso que cambie su frecuencia o deje de producirse o, simplemente, una arteria que cambie su recorrido, pueden ser mortales. En cambio, nada de esto es frecuente, la norma es que todo sale bien, todo está en su sitio, como un perfecto engranaje.
Cuando ves la psicología humana te das cuenta de que los sentimientos, los pensamientos y los deseos son un motor fundamental para la vida.
El hecho de haber estudiado ciencias de la salud me hace tener, si cabe, aún más fe. El haber estudiado psicología me da la oportunidad de tener esperanza.
Esperanza en que la gente se de cuenta de lo importante que es sentirse bien con uno mismo y con los demás para tener una vida plena. Y esperanza en que se den cuenta de que ese sentimiento de bienestar sólo se consigue con servicio y con fe.
La esperanza en que tu vida va a ir a mejor es lo que hace que cada día te superes, es tu motivación. La fe en que podrás conseguirlo es lo que hace que se cumpla, es tu fuerza.

La esperanza en que siempre vas a encontrar a alguien con quien compartir tu camino es lo ue hace que tengas ganas de buscarlo. La fe en que ese alguien también está buscandote a ti es lo que hace que no te rindas.
La esperanza en que toda ruta tiene un buen final es lo que te hace seguir caminando, es tu recompensa. La fe en que cada paso que recorres te cambia como persona es lo que hace que le des importancia a cada detalle y que encuentres el camino correcto, es tu brújula.
La esperanza es el motor de tu vida y la fe es la fuerza con la que se mueve. Tu ruta puede llevarte donde tú quieras, pero sin esperanza y sin fe no tendrá sentido que la recorras.

Cerrando capítulos

Nada podrá empañar los buenos momentos. La decadencia, la locura y el desmadre sólo consiguieron intensificar lo vivido. Fuimos amigos, más aún, hermanos. Aparecisteis en mi vida sin previo aviso, dando la vuelta a todo mi mundo, sacudiendo mi rutina, cuestionando mis ideales y empujandome a vivir como se debe vivir, disfrutando cada momento como si fuera el último.
Me disteis risas y llantos, hicisteis que me enamorara y me rompisteis el corazón, me apoyasteis siempre y me ayudasteis a levantarme. No todos entendían nuestra relación, no todos estaban de acuerdo. Lo que para nosotros era normal para muchos era pura desfachatez.
Me regalasteis el caos y me ayudasteis a ordenarlo. Me mimasteis y me gritasteis cuando fue necesario. Estuvisteis ahí cuando me quedé sola y luchasteis por mi y por devolverme la confianza en mi misma.
Me dejasteis tomar mis decisiones, estuvierais o no de acuerdo, me levantasteis cuando caí y me disteis alas.
Igual que llegasteis a mi vida os fuisteis de ella, sin avisar, sin dar explicaciones y sin segundas oportunidades. Cada uno ahora tiene su vida, su camino, su entorno y su familia. Cada uno ha tomado las decisiones que ha querido y ha conseguido ser feliz a su manera.
Yo he hecho lo mismo, he tomado mis decisiones, he construido mi camino y he creado mi entorno. Sé que no podréis volver a formar parte de él como formabais antes, pero quiero que sepáis que, sobre todas las cosas, os he querido muchísimo, os he echado mucho de menos y lo sigo haciendo, y siempre os tendré muy presentes por lo que fuimos juntos, por lo que significasteis para mi y por todo lo que hicisteis. Siempre recordaré las noches interminables, las conversaciones indecentes y las catas de vino y queso, los besos, los abrazos y los "te quiero". Seguís siendo mi familia, aunque para vosotros yo ya no lo sea. Nunca seremos lo que fuimos, pero siempre formareis parte de la mejor época de mi pasado.
Por todo esto y por lo que me dejo en el tintero, gracias y hasta siempre.

Sueña

jueves, 15 de enero de 2015

Hoy he escuchado una canción en la radio y he decidido pasarme por aquí a dar un empujón de apoyo a todo el que lo necesite.
Yo, como tantos otros que conozco, soy una soñadora. Desde pequeña me ha gustado imaginar situaciones y visualizarme haciendo cosas que me gustaría hacer en un futuro. En mi caso, he tenido mucha suerte. Para mi familia y la gente que me rodeaba nunca fue un problema. Mi madre nunca me dijo lo que suelen decir muchos padres a sus hijos para que dejen de, según ellos, "vivir en las nubes".
En cambio sé que frases como "eso no tiene salida de futuro", "eso no te va a dar de comer" o "dejate de tonterías y estudia" están a la orden del día en otras familias.
A todos aquellos que soñáis con "imposibles" sólo deciros una frase que leí en alguna parte y que ha sido mi mantra desde entonces: "quien quiere algo lo consigue, quien no, sólo pone excusas".
Estamos hartos de oír que cantar, bailar y actuar no tiene salida laboral, que ser deportistas o artistas son sueños para niños y que cuando creces tienes que dedicarte a algo que te dé una estabilidad laboral.
Señores, seamos francos, tal y como está la situación, ya puedes estudiar la carrera más distinguida del mundo que nadie te asegura la estabilidad laboral ni que tengas para hacer la compra a final de mes.
Ahora más que nunca es el momento de seguir sueños imposibles, porque la alternativa tampoco es segura. Por eso desde este rincón de la blogosfera mando todo mi apoyo a los soñadores.
Sueña, visualiza, trabaja duro y dejate la piel. Que nadie pueda decir que no lo intentaste. Si sale bien será tu sueño, si no sale bien será tu experiencia más preciada. Todos nos llevamos tortas de la vida, y nos las seguiremos llevando, así que mejor recibirla por algo que de verdad nos hace felices, para que sane antes.
Nunca dejéis de soñar, porque es lo único que nunca podrán quitarnos. Nuca dejéis de luchar por cumplir vuestros sueños, porque es lo único que nunca podréis perdonaros.