La polémica está servida

viernes, 30 de octubre de 2015

Hoy volviendo del trabajo me han dado un folleto de publicidad, como muchos otros que reparten a diario por las calles. Al mirarlo y ver de qué trataba me han dado ganas de tirarlo a la basura directamente, pero me ha podido la curiosidad y he cometido el grave error de leer lo que tenían que decir al respecto. Hablaba, de una manera vulgar, ofensiva y nada diplomática, sobre el aborto.
Sé que este post provocará, cuanto menos, polémica, pero no por evitarla voy a callarme y mirar hacia otro lado ante lo que me parece un acoso y derribo innecesario.
Entiendo perfectamente, mejor de lo que muchos pueden llegar a imaginar, la opinión de todos aquellos que están en contra del aborto. Respeto su lucha, comprendo su dolor ante este acto e, incluso, comparto su pena cuando alguien lleva a cabo su decisión de interrumpir su embarazo.
En cambio, lo que mi mente no alcanza a entender es como pueden llegar a ser tan extremistas e insensibles en determinados momentos, utilizando palabras como "aberración", "asesinato" y otras muchas perlas lingüísticas de este calibre. ¿Alguien se ha preguntado que sienten las madres que, por ejemplo, sufren un aborto natural pasados, ya no 3 meses, sino incluso 6 o más, cuando escuchan este tipo de barbaridades?¿Alguien se ha parado a pensar que nadie más que uno mismo conoce sus circunstancias y su estado físico y psicológico ante un embarazo no planeado? ¿Alguna de esas personas que tanto tienen que decir respecto a este tema se han visto en la tesitura de tener que elegir, por poner un caso, entre vivir con los hijos que ya tienen o morir por dar a luz uno más?
No le deseo a nadie tener que pasar por un aborto, ni siquiera por tener que planteárselo, pero creo que la situación es lo suficientemente difícil como para que además se las critique e insulte por tomar una decisión que, sea la correcta o no, se han visto obligadas a tomar ¿O es que alguien piensa que lo hacen como hobbie?
Todo el mundo culpa a las mujeres en estos casos pero, ¿dónde están los padres de esos bebes? Porque si están ahí es una decisión de dos, y a ellos no se les lapida verbalmente. Si no están ahí, ¿quién los juzga por abandonar a su suerte a una mujer que lleva un hijo suyo dentro? De eso no se habla, claro, a nadie le interesa, es mucho mejor atacar a la mujer, más fácil.
Creo que nos estamos deshumanizando, no somos capaces de empatizar, de respetar opiniones ni decisiones ajenas, de vivir nuestra vida sin juzgar la del de al lado. Creo que es más fácil machacar al prójimo por sus errores y miedos que afrontar los propios. Creo que vivimos en una sociedad de cobardes y jueces de pacotilla, de cotilleos y malas formas. Creo que la gente se olvida de que la libertad de uno acaba donde empieza la del de al lado. Creo que vivimos desinformados por decisión propia, que escuchamos y vemos sólo lo que nos interesa, porque indagar más puede suponer tener que implicarse, tener que mancharse las manos con cosas que no son agradables, y todo vivimos mejor con las manos limpias pero, ¿y la conciencia? ¿la tenéis igual de limpia que las manos?¿o preferís no pensar en ello?
¿Os parecen duras mis palabras?¿Innecesarias?¿Fuera de lugar?Pues tendríais que haber visto la propaganda que las han provocado. Que vergüenza en esto en lo que nos hemos convertido.

Cuando todo se derrumba

jueves, 13 de agosto de 2015

"Siempre en estado de alerta, siempre en arenas movedizas y la ilusión hecha trizas" (Kase-O)

Siempre me han dicho que debo pelear por lo que quiero, que nunca debo rendirme. Siempre me han enseñado que hay que levantarse cada mañana con ilusión y sueños que cumplir, que debo tener una meta y construir el camino hacia ella. Siempre he sabido que nada es gratis, que las cosas cuestan y que sólo con esfuerzo se consigue lo que se quiere.
Pero ¿hasta cuándo?
¿Cuántas decepciones puedes soportar antes de venirte abajo?¿Cuántas veces puedes levantarte después de haber caído? ¿Cuántas piedras puedes apartar del camino sin agotarte por completo? ¿Cuántos sueños puedes reanimar después de que el mundo te los ahogue?
¿Hay un límite para perseguir lo que quieres o acaso la lucha es infinita?
Dicen que aquellos que no se rinden son los que triunfan, que los que siguen peleando son los que de verdad alcanzan lo que quieren, y que los que cesan en su empeño es porque no lo querían lo suficiente.
He peleado como la que más, he sonreído cuando sólo quería llorar, he afrontado obstáculos que creía insuperables y he aceptado todo lo que me venía con actitud positiva. Y he descubierto que todo el mundo tiene un límite.
Llega un momento en el que algo dentro se rompe, la sonrisa pierde su fuerza, las personas no pueden dar más de sí. Llega un punto, un instante fugaz, en el que todo se derrumba, en el que la ilusión se pierde, en el que las personas deciden que ya no pueden más.
Es ese momento, ese minuto exacto en el que el destino te azota con el último revés que puedes soportar, en el que se demuestra que clase de persona eres.
Lloras, te hundes, lo ves todo negro. Seguir peleando parece imposible y no encuentras una salida...
Pero siempre la hay.
Puede que tu sonrisa tarde en volver, puede que tu fuerza para pelear sea menor, puede que el tiempo que necesites para encontrar de nuevo tu camino sea mayor.
Y puede que, al final, no sirva de nada.
Pero ¿qué otra cosa podemos hacer más que seguir levantándonos? ¿que otra opción nos queda más que lamernos las heridas e intentar que cicatricen lo antes posible?
Seguir luchando es cuestión de actitud, cuestión de fuerza. Es desear algo lo suficiente como para no ceder. Es no abandonar el camino, aunque las lágrimas te impidan verlo.
Es más difícil ser golpeado si te mantienes en movimiento, así que no pares nunca. Sigue caminando, sigue peleando, sigue levantándote.
Todos vamos a recibir los reveses del destino, así que mejor que sea por algo que merezca la pena. Y los sueños siempre la merecen.

Detalles

sábado, 20 de junio de 2015

Nos pasamos la vida buscando a la persona perfecta. Esa persona que encaje con nosotros, que tenga las mismas aficiones, las mismas metas, los mismos sueños. Esa persona que pueda acompañarte en cada paso del camino, sabiendo cómo actuar en cada situación, que te conozca. Un compañero, un amigo, un amante, en definitiva, una pareja. Nuestra media naranja, el otro extremo del hilo rojo, nuestra alma gemela, cada uno la define de una manera.
Después de recorrer muchos caminos y curar muchas heridas, después de conseguir un buen número de cicatrices y recuerdos de todo tipo, seguimos cometiendo los mismos errores, y seguimos pensando que los errores son de otros.
Puede que el mayor error de todos seamos nosotros mismos. Complicamos demasiado algo que debería ser muy simple. Nos fijamos en los detalles equivocados, omitimos los que importan. Aquellos que te hacen estar bien con alguien, que te hacen reír, que hacen que puedas hablar de cualquier cosa, los detalles que hacen que te apetezca pasar tiempo con una persona.
Nos fijamos en los detalles que salen a la luz en momentos de debilidad, en aquellos que nos hacen torcer el gesto, en los que hacen que pensemos que las cosas no pueden salir bien.
Todos tenemos amigos que tienen esos detalles que no nos gustan, y lo permitimos porque son nuestros amigos, hablamos de ellos sin problema porque "hay confianza". Después llega alguien que "podría ser pero tiene detalles...".
Los detalles son importantes, son lo que define en realidad cómo es una persona, pero sólo llegas a conocer a la gente si te fijas en los detalles correctos.
Puede que el problema no sean los detalles sino el miedo. El miedo a perdernos a nosotros mismos por "soportar" ciertas cosas, el miedo a conocer a la persona correcta y que esa persona sólo se fije en nuestros detalles, miedo a estar conformandonos con alguien que no es perfecto. Nadie lo es (¡¡sorpresa!!). Las personas no son perfectas y las parejas mucho menos. Pero eso no significa que no sean felices. La mayoría de las veces la felicidad está en los detalles, pero sólo si te fijas en los detalles correctos.

¿Ensalada o entrecot?

domingo, 7 de junio de 2015

Otra feria del libro que se va. Ha sido, como siempre, un fin de semana inolvidable. Calor, mucho calor. Pies doloridos y un sueño tremendo. Colas, comida rápida, sorteos que no tocan, gente por todas partes y la garganta destrozada. Botellón en el parque, chupitos benéficos, arrugas y crisis de los 30, los 40 y todas las demás edades. Pero todo esto es solo una parte, un aperitivo...la ensalada.
Lo importante, lo que de verdad te llena, el entrecot, merece ser detallado. Cada uno que lea la parte que quiera, pero no me apetece generalizar.
Marta, gracias por tu casa, tus cereales, tus leggins y tus helados y comidas. Gracias por estar ahí para cotillear o para escuchar. Hoy por ti, mañana por mi, lo sé. Estoy en ello y gracias a ti estoy avanzando.
Pili, gracias por el burguer, por las fotos y por las risas. Eres una persona increíble y te adoro. Nuestras anécdotas son épicas y siempre nos ocurrirán más.
Pau, gracias por acompañarme, por ser tan bueno y por los abrazos. Disfruta de tu nueva vida, te está sentando muy bien Madrid. Y haz caso a quien te quiere y quierete un poquito.
Sheila y Nacho, por fin volvéis a vuestras raíces de feria del libro, las buenas costumbres no se pierden. Sois geniales y se os ha echado de menos todos estos años. No volváis a desaparecer.
Mónica, me encantan tus aventuras y tus viajes, oírte contar historias y proyectos. Estoy muy contenta de que hayas llegado a formar parte de este grupo y espero que dure muchos años. Eres genial y me alegro que todo te vaya tan bien, te deseo lo mejor y que yo lo vea.
Carola, tu inmadurez y tus 19 años me los paso por donde yo te diga. Eres una tía increíble, con la cabeza muy bien amueblada, y no sabes lo importante que ha sido para mi que hayas estado este fin de semana. De verdad que te agradezco muchísimo todo, y espero que sepas que para mi siempre vas a ser mi familia.
Álvaro, muchísimas gracias por aparecer cada domingo de feria del libro para aguantar nuestras frikadas y formar parte de este grupo. Gracias por tu respeto, tus consejos, tus opiniones y tus bromas. Siempre sabes sacarme una sonrisa cuando lo necesito...o hacer una mudanza cuando hay que hacerla.
Marc, mi chico favorito en el mundo, cada año más mayor, más listo y más guapo. Das muy buenos consejos y me encanta que seas tan educado, que me hagas reír y que seas tan cariñoso y detallista. Eres el mejor y tu tía Emma siempre va a estar aquí para ti.
Nicky y Miri, es difícil poner algo que no os haya dicho ya. Esta feria no habría podido vivirla sin vuestra ayuda. Gracias por vuestro apoyo, vuestros consejos y vuestras locuras. No somos normales, no entramos en lo establecido, pero con amigas como vosotras es motivo de orgullo estar fuera de la norma. Que nadie os borre la sonrisa ni os haga sentir menos de lo que sois, no sois normales porque la gente normal no tiene capacidad para aguantar tener amigas tan especiales e increíbles como vosotras, solo que viven más felices pensando que sólo sois frikis.

De verdad no entiendo que he podido hacer para tener la suerte que tengo de teneros a mi lado. Este fin de semana ha sido realmente importante para mi. Me habéis apoyado, mimado y cuidado. Sois parte de mi desde hace años, hemos compartido de todo juntos y no sólo habéis dado la talla sino que os superáis cada año. Sois una familia increíble, mi familia de pequeños frikis, en la que todo lo banal queda fuera; edad, procedencia, creencias o situación personal. Mi mayor y más querida pasión, que son los libros, me han dado más que hojas escritas por otros, me han dado una historia propia que vivir con vosotros. Espero que esta saga tenga muchos más ejemplares, porque es la mejor que se podría escribir. Os quiero muchísimo
Sed malos y contadmelo luego ;)
Un besazo

Emma

Desprendiendo analfabetismo por los poros

martes, 7 de abril de 2015

Colérica se queda corto para describir el estado emocional en el que me encuentro. Cansada, agotada, frustrada, exhausta, en definitiva, hasta las narices de que los andaluces seamos la diana de todos los tópicos negativos y sin fundamento de este país. Nos tachan de incultos, de vagos, de juerguistas, de analfabetos y de mil cosas más. 
Dicen que nos pasamos el día en las terracitas bebiendo cerveza al sol, que tenemos más fiestas que nadie, que somos escandalosos y maleducados. Dicen los que saben (porque digo yo que lo sabrán sin atisbo de duda, por eso lo dicen)  que ocupamos nuestro tiempo en embrutecernos con programas de televisión como Mujeres y Hombre y Viceversa, Sálvame, El programa de Juan y Medio y Mira Quien Baila, en hacer botellones y emborracharnos (los más jóvenes) y en rascarnos la barriga, básicamente.
Aún a riesgo de confirmar el hecho de que los andaluces somos incultos, debo confesar que no sé como se llama el programa de Juan Y Medio ( y que he tenido que buscar cómo se escribe su nombre), que no conozco los horarios de emisión de ninguno de los programas que he citado y que hasta donde yo sé, el botellón está prohibido (aunque hace tanto que no lo hago que igual han cambiado la ley).
Reconozco que me tomo una cerveza en una terraza cada vez que puedo, porque puedo. Porque para eso me paso más de cuarenta horas a la semana trabajando como una burra. Reconozco que voy a cada feria que me viene bien en términos de fechas, porque para eso me he perdido las fiestas durante años y las he cambiado por estudiar para sacarme una carrera. Confieso que soy escandalosa, que mi tono de voz es alto y que a veces puede molestar, por eso he recibido la suficiente educación para pedir perdón por ello cuando corresponda e intentar corregirlo.
Confieso que tengo acento andaluz, que cuanto más tiempo paso en mi tierra, más pronunciado se hace, pero a cambio escribo correctamente, me expreso con claridad y tengo un vocabulario tan extenso que me puedo permitir insultar a todos aquellos que se lo merecen sin que ni siquiera se den cuenta de que lo hago.
Permítanme preguntarles, a todos aquellos que tienen esa idea difuminada y errónea de los andaluces, a qué dedican su tiempo y su dinero. Déjenme adivinarlo: van a trabajar y luego se encierran en casa a hacer "vida familiar". Mi vida familiar se hace en la calle, paseando por la playa o tomando una cerveza, vistiéndome con mi madre de gitana para ir juntas a la feria, comiendo o cenando con la televisión apagada, porque es más importante lo que tenga que hablar mi familia que lo que opine Belén Esteban. 
Todos aquellos que critican a mi gente y a mi tierra hagan un poco de examen de conciencia, lean un poco, a ser posible empápense de historia (sí, historia, a ver que encuentran sobre Andalucía) midan sus palabras y sus pensamientos y no juzguen sin autocriticarse.
Aún a riesgo de parece maleducada, voy a dejar de trataros de usted, porque eso es señal de respeto y no os lo habéis ganado. Y os digo más, no tenéis ningún derecho a criticar ni juzgar a nadie por su procedencia, sus raíces o sus costumbres, ya sean andaluces, catalanes, vascos o de Pernambuco. Me es completamente indiferente lo que hagáis con vuestra vida, vuestra familia o vuestro cerebro, eso es decisión de cada uno, lo que no voy a permitir es que nadie se crea con el derecho a llamarme inculta, analfabeta, vaga o cualquier otra cosa por haber nacido en el que es para mi uno de los mejores lugares de España. 
Y si tan tontos somos y tan mal nos va, plantearos por qué todos los que os pasáis el día hablando mal de nosotros luego os venís de vacaciones, a la feria o a ver nuestra Semana Santa, que igual os dais cuenta de que lo que pasa es que sois una panda de hipócritas.
Pero claro, no me hagáis caso, porque qué voy a saber yo, si sólo soy una inculta y una analfabeta andaluza...

Atenea

lunes, 2 de marzo de 2015

Hola a todos, amigos lectores. No sé si os acordáis de mi, soy Ulises. Os escribo para contaros los fenómenos extraños que han sucedido estos días a mi alrededor. El jueves pasado estaba tan tranquilo tumbado en la cama, cuando llegaron mis humanos (si, yo les llamo así porque son míos). En cuanto entraron en casa percibí un olor extraño y desagradable, olor a miedo. Me pasé la noche bufando, escondido bajo la cama, no me gustaba nada la situación así que no me atrevía a salir. Emma venia a verme a menudo pero su ropa estaba impregnada de ese olor, así que al principio también le bufaba a ella. Pero como es aún más cabezota que yo ( y mira que eso es difícil) se tumbó en el suelo bajo la cama y hasta que no salí y la dejé acariciarme y calmarme no me dejó tranquilo. 
Cuando me aventuré a salir al salón descubrí que había algo enano moviéndose entre los muebles. Investigué un poco, pero el olor seguïa sin gustarme, así que le bufé un poco al principio a esa bola de pelo apestosa. Pero lo que más me cabreó fue que la bola de pelo enana se paseaba por delante de mis narices, restregándose contra mï, y por más que le bufara le daba igual. Así que empecé a pensar que si me ignoraba, por qué no iba a hacer yo lo mismo. 
Al ver que yo le ignoraba, fue ella la que empezó a buscarme. Poco a poco hemos quedado en tablas, he descubierto que es una chica, aunque aún es pequeña, pero es muy graciosa. Va por ahí cotilleando todo, buscando que la mimen y la manoseen. Sigo siendo el Rey de la casa, o al menos eso me dice Emma cada día, además sigue viniendo a buscarme para darme mimos cuando desaparezco y cuando me tumbo sobre ella me acaricia a mi, aunque la enana venga a intentar quitarme el puesto.
Eso me tranquiliza y ha hecho que la vea como un juguete en vez de como un rival. Además esa pequeña bola de pelo contra mi no tiene nada que hacer, por lo que he decidido que mejor llevarnos bien.
Ahora nos pasamos la noche persiguiéndonos, jugando al escondite, y como aún es tan pequeña que no sabe lavarse bien, la ayudo con las zonas a las que no llega.
En realidad es una pobre ingenua, lleva desde ayer por la tarde jugando con un globo, yo me limito a observarla de lejos para que cuando le explote en la cara (como me pasó a mi) no me pille por sorpresa. 
En definitiva, tengo hermanita nueva (o novia, depende de lo buena que esté cuando crezca) y la verdad es que es divertido. La llaman Atenea, aunque ella aún no sabe que ese es su nombre y les ignora un poco. La verdad es que el nombre le va al pelo, porque el sábado por la tarde se escondió y tardaron dos horas en encontrarla y otra más para sacarla de debajo del bidé. Creo que como estratega no tiene precio, así que si unimos fuerzas puede ser muy positivo...aunque solo para nosotros, claro.
Ya me despido, os dejo unas fotos de la peque para que la conozcáis. 

Mordisquitos cariñosos para todos ^^



Lo que de verdad importa

sábado, 21 de febrero de 2015

Hoy he decidido pasarme por aquí porque este último mes he sacado un aprendizaje importante y quería compartirlo.

Siempre he sido una persona extrovertida, que intenta que todos a su alrededor se sientan bien, que nadie pase por cosas malas si puedo evitarlo, que no pasen las penas solos si no puedo hacer nada para quitárselas. Los que me conocen saben que siempre he priorizado a mis amigos, familia, y gente que me rodea en general por delante de mi misma.

El caso es que, por suerte o por desgracia, no concibo una relación de ningún tipo sin que exista un intercambio. Esto no significa que haga lo que hago solo por recibir el mismo trato, ni siquiera uno parecido. Simplemente lo hago porque me apetece hacer feliz o ayudar, dentro de mis posibilidades, a la gente que me importa.

Sin embargo, confieso que, a veces, si que espero recibir en lugar de dar. Bien porque lo necesite o bien porque lo quiero, las relaciones de cualquier tipo son bidireccionales, una carretera de doble sentido. 

En este último mes he descubierto quien esta dispuesto a ese intercambio y quien no. Debo reconocer que me ha sorprendido la cantidad de cosas bonitas y promesas que salen por la boca de alguien cuando la relación que hay entre vosotros es estable, segura y fácil. Pero cuando hay que superar una distancia, un obstáculo emocional, o un problema en general, ya las cosas no se ven tan claras. Ya puedes haber estado siempre para esa persona, haberle ayudado incluso cuando no lo pedia, haber hecho sacrificios personales solo por su beneficio, que todo parece caer en el olvido cuando llamas diciendo "necesito un favor".

A todos aquellos que no están dispuestos a ofrecer su mitad, no os preocupéis, no voy a crucificaros ni apartaros de mi vida, simplemente me lo pensaré dos veces antes de anteponeros a mi misma. A los demás, habéis conseguido que me dé cuenta de lo que de verdad importa. A partir de ahora os valoraré aún más, si es eso posible. Gracias.

Esperanza

martes, 20 de enero de 2015

Hace tiempo escribí esta reflexión sobre la esperanza para los scout. Seguramente cuando me toque entregarla escribiré otra, pero mientras llega ese momento quería publicar esta, para que no quede en saco roto. Aquí os la dejo, espero que os guste tanto o más que la de la Alegría, así que espero que esta también la comentéis. 


Mucha gente me pregunta cómo siendo una persona de ciencias,sobre todo ciencias del salud, ciencias naturales, puedo tener tanta fe en Dios. 
Cuando estudias la naturaleza humana te das cuenta de que todo lo que hace funcionar el cuerpo humano y que sigamos con vida puede fallar en cualquier momento; una hormona que no vaya donde tiene que ir, un impulso nervioso que cambie su frecuencia o deje de producirse o, simplemente, una arteria que cambie su recorrido, pueden ser mortales. En cambio, nada de esto es frecuente, la norma es que todo sale bien, todo está en su sitio, como un perfecto engranaje.
Cuando ves la psicología humana te das cuenta de que los sentimientos, los pensamientos y los deseos son un motor fundamental para la vida.
El hecho de haber estudiado ciencias de la salud me hace tener, si cabe, aún más fe. El haber estudiado psicología me da la oportunidad de tener esperanza.
Esperanza en que la gente se de cuenta de lo importante que es sentirse bien con uno mismo y con los demás para tener una vida plena. Y esperanza en que se den cuenta de que ese sentimiento de bienestar sólo se consigue con servicio y con fe.
La esperanza en que tu vida va a ir a mejor es lo que hace que cada día te superes, es tu motivación. La fe en que podrás conseguirlo es lo que hace que se cumpla, es tu fuerza.

La esperanza en que siempre vas a encontrar a alguien con quien compartir tu camino es lo ue hace que tengas ganas de buscarlo. La fe en que ese alguien también está buscandote a ti es lo que hace que no te rindas.
La esperanza en que toda ruta tiene un buen final es lo que te hace seguir caminando, es tu recompensa. La fe en que cada paso que recorres te cambia como persona es lo que hace que le des importancia a cada detalle y que encuentres el camino correcto, es tu brújula.
La esperanza es el motor de tu vida y la fe es la fuerza con la que se mueve. Tu ruta puede llevarte donde tú quieras, pero sin esperanza y sin fe no tendrá sentido que la recorras.

Cerrando capítulos

Nada podrá empañar los buenos momentos. La decadencia, la locura y el desmadre sólo consiguieron intensificar lo vivido. Fuimos amigos, más aún, hermanos. Aparecisteis en mi vida sin previo aviso, dando la vuelta a todo mi mundo, sacudiendo mi rutina, cuestionando mis ideales y empujandome a vivir como se debe vivir, disfrutando cada momento como si fuera el último.
Me disteis risas y llantos, hicisteis que me enamorara y me rompisteis el corazón, me apoyasteis siempre y me ayudasteis a levantarme. No todos entendían nuestra relación, no todos estaban de acuerdo. Lo que para nosotros era normal para muchos era pura desfachatez.
Me regalasteis el caos y me ayudasteis a ordenarlo. Me mimasteis y me gritasteis cuando fue necesario. Estuvisteis ahí cuando me quedé sola y luchasteis por mi y por devolverme la confianza en mi misma.
Me dejasteis tomar mis decisiones, estuvierais o no de acuerdo, me levantasteis cuando caí y me disteis alas.
Igual que llegasteis a mi vida os fuisteis de ella, sin avisar, sin dar explicaciones y sin segundas oportunidades. Cada uno ahora tiene su vida, su camino, su entorno y su familia. Cada uno ha tomado las decisiones que ha querido y ha conseguido ser feliz a su manera.
Yo he hecho lo mismo, he tomado mis decisiones, he construido mi camino y he creado mi entorno. Sé que no podréis volver a formar parte de él como formabais antes, pero quiero que sepáis que, sobre todas las cosas, os he querido muchísimo, os he echado mucho de menos y lo sigo haciendo, y siempre os tendré muy presentes por lo que fuimos juntos, por lo que significasteis para mi y por todo lo que hicisteis. Siempre recordaré las noches interminables, las conversaciones indecentes y las catas de vino y queso, los besos, los abrazos y los "te quiero". Seguís siendo mi familia, aunque para vosotros yo ya no lo sea. Nunca seremos lo que fuimos, pero siempre formareis parte de la mejor época de mi pasado.
Por todo esto y por lo que me dejo en el tintero, gracias y hasta siempre.

Sueña

jueves, 15 de enero de 2015

Hoy he escuchado una canción en la radio y he decidido pasarme por aquí a dar un empujón de apoyo a todo el que lo necesite.
Yo, como tantos otros que conozco, soy una soñadora. Desde pequeña me ha gustado imaginar situaciones y visualizarme haciendo cosas que me gustaría hacer en un futuro. En mi caso, he tenido mucha suerte. Para mi familia y la gente que me rodeaba nunca fue un problema. Mi madre nunca me dijo lo que suelen decir muchos padres a sus hijos para que dejen de, según ellos, "vivir en las nubes".
En cambio sé que frases como "eso no tiene salida de futuro", "eso no te va a dar de comer" o "dejate de tonterías y estudia" están a la orden del día en otras familias.
A todos aquellos que soñáis con "imposibles" sólo deciros una frase que leí en alguna parte y que ha sido mi mantra desde entonces: "quien quiere algo lo consigue, quien no, sólo pone excusas".
Estamos hartos de oír que cantar, bailar y actuar no tiene salida laboral, que ser deportistas o artistas son sueños para niños y que cuando creces tienes que dedicarte a algo que te dé una estabilidad laboral.
Señores, seamos francos, tal y como está la situación, ya puedes estudiar la carrera más distinguida del mundo que nadie te asegura la estabilidad laboral ni que tengas para hacer la compra a final de mes.
Ahora más que nunca es el momento de seguir sueños imposibles, porque la alternativa tampoco es segura. Por eso desde este rincón de la blogosfera mando todo mi apoyo a los soñadores.
Sueña, visualiza, trabaja duro y dejate la piel. Que nadie pueda decir que no lo intentaste. Si sale bien será tu sueño, si no sale bien será tu experiencia más preciada. Todos nos llevamos tortas de la vida, y nos las seguiremos llevando, así que mejor recibirla por algo que de verdad nos hace felices, para que sane antes.
Nunca dejéis de soñar, porque es lo único que nunca podrán quitarnos. Nuca dejéis de luchar por cumplir vuestros sueños, porque es lo único que nunca podréis perdonaros.